domingo, 20 de diciembre de 2009

El fiasco Squella

Nunca hemos sido clientes reclamones...pero esto no se podía dejar pasar.
Teníamos poca hambre y queríamos comer algo liviano. Algo así como unas ostras o mariscos, pero teníamos que tener presente que con la llegada de nasciturus, ella no podía comer mariscos crudos, había que encontrar entonces una buena alternativa cocida. A ella se le ocurrió el Squella. Vamos poh! para conocerlo. Cuando íbamos en camino hacia allá le dije que por qué no íbamos a alguno en Manuel Montt pero ella insistió. Estacionamos en Cumming y caminamos hasta una bonita mesa en el 2º piso. Ahí comenzó la debacle. Para comenzar pedimos un dúo parmesano (ostiones y machas), fue curioso cuando solo llegaron conchas de machas, pero pensamos que los ostiones eran parte de la preparación. Para nuestra sorpresa notamos que no había ostiones por lo que llamamos al mesero, y se lo hicimos presente. Nos pidió disculpas y cambió el plato. Ahora sí. Llegaron machas y ostiones. Al probar el primer ostión noté que venía saliendo del refrigerador y le habían agregado queso derretido encima. COMPLETAMENTE FRIO Y CRUDO!!!!
Se lo señalamos al mesero, dijo que nos cambiaría el plato, pero le pedimos que lo eliminara, ya no quedaba esperanza...
Llegaron los segundos platos. El mío, media langosta thermidor bastante buena y a precio razonable. Respecto de mi copa de vino, esta gente jamás entendió lo que significa el concepto frío. El plato de ella, un timbal de jaiba acompañado de lechuga hidropónica y palta, al parecer sería carta segura, sin embargo el exceso de cilantro ocultaba casi por completo el sabor de la jaiba.
De postre ella pidió torta de merengue frambuesa (no podía estar mala) y yo un expresso. Llegó una taza que a primera vista pensé estaba completamente chorreada. Luego pensé que podría ser una de esas decoraciones de mal gusto así que pasé el dedo. La "mancha" quedó ahí, pero era algo pegajoso, así que apliqué la vieja técnica de las madres consistente en mojar la punta del dedo con saliva y pasársela. Gran sorpresa me llevé cuando me di cuenta de que la taza efectivamente estaba sucia se lo señalé al mozo, quien luego de cambiarme la taza me señaló que la anterior no estaba manchada sino que se había chorreado durante el goteo del café. En definitiva sea como fuere la primera taza estaba asquerosa.
Raya para la suma, con tarjeta el mercurio y sin cobrarnos la entrada (porque la devolvimos no por gentileza de la casa), unos muy mal gastados 26 billetes de luca.

domingo, 28 de junio de 2009

la petit france

Sàbado de junio y decidimos probar nuestras nuevas ruedas, camino al Cajòn. Yo habìa escuchado bastante de este lugar y si bien no tenìamos el destino claro, finalmente culminamos en este rincòn. Lo que dicen en torno al ambiente en las diferentes crìticas que puedan encontrar es cierto, el lugar es precioso. Tienen un menù que al parecer cambia semana a semana, con cuatro opciones para cada plato. Comenzamos, èl con un pisco sour (està acostado viendo tv al lado mìo) demasiado dulce y no preparado en el acto y yo con un jugo de frutilla. Seguimos con un chupe de jaiba (agradable, pero con la superficie quemada), y yo una quiche de mariscos (mala, muchos choritos), bueno debo destacar que tambièn habìa pedido chupe pero despuès de 10 minutos me dijeron que sòlo quedaba uno. Luego èl pidiò un lomo vetado con milhojas de papas y panache de verduras. Malo, asì concluye y enfatiza aquì a mi lado, la carne derechamente mal preparada y con exceso de ajo. Yo elegì aventurarme en el conejo al vino tinto (considerando que èl siempre me insiste que lo pruebe), con purè casero. Estaba bueno.
LLegamos a mi perdiciòn los postres, èl como siempre creme brulee, si pensamos que es un lugar de comida francesa, asumimos que iba ser excelente, cual serìa nuestra sorpresa, cuando viene saliendo del refrigerador, helada, sòlo con el caramelizado tibio. Si quieren una buena creme brulee, lean la entrada del Normandie. Yo soy fanàtica del chocolate, por lo tanto cuando vi que existìa la opciòn de torta de chocolate con chocolate no hubo màs alternativa, sin embargo la masa no es muy agradable y la cobertura deja bastante que desear.
En fin creo que lo mejor, es el detalle de los dedales de chocolate con licor de cherry que dan de bajativo....
Datos anexos, habìa poco personal, pan corriente y tuvimos que solicitar mantequilla, no sè uno espera por ejemplo un buen patè casero como el del Raùl Correa y familia.
Si quieren gastar 260 monedas de $100 con su pareja, vayan a otro lugar....
Salud!

martes, 9 de junio de 2009

A toda Costa

Este restaurante se encuentra en lo que los que conocen Algarrobo aún llaman el "hoyo norte" en la playa de algarrobo norte.
De linda decoración y acogedor ambiente está abierto todo el año.
Hemos ido en varias oportunidades, pero esta es la primera vez que lo posteamos.
Tiene un sector de fumadores bien cómodo donde uno puede ir a tomarse el cafe con un puchito si no le gusta fumar con la comida.

Para comenzar unos sour cumplidores, no excelentes.

La última vez que fuimos ella pidió una vieja al estilo buzios con papas con queso crema. Tenía abundantes camarones ecuatorianos. Bastante buena!
Yo pedí, como siempre, un pastel de "jaiba" o "jaiva". Han visto que siempre lo escriben de esas dos formas???

Estaba bueno, pero he comido bastante mejores.

Si hay algo que realmente vale la pena es la creme brulee del lugar. Que postre más agradable... nada que hacer. Suave y con esa capa de caramelo que da la contextura final....

En fin, si están en algarrobo es una de las mejores opciones que hay por ahí. Los Patitos no es demasiado bueno y caro.

Ahora, si quieren un extraordinario caldillo de congrio en un día frío de invierno vayan a las Tinajas.

Bueno, volviendo al "A toda Costa", no tiene tarjeta del club de lectores y la cuenta llega por algo así como 22 ó 24 moneda de quinientos pesos por persona.

Salud!